🔸 Mohammed Azhar Mohiuddin, fundador de Bio Reform, ha sustituido 6 millones de envoltorio de polietileno por alternativas biodegradables en India, contribuyendo a combatir la contaminación con su innovadora solución ecológica
#TECNOLOGÍA Un empresario indio está usando azúcar, celulosa y otros desechos de maíz para fabricar una bolsa de plástico para pequeñas empresas indias. Su empresa Bio Reform ya ha reemplazado 6 millones de bolsas de plástico en los mostradores de caja de las tiendas de toda la India. Mohammed Azhar Mohiuddin, con sede en Hyderabad, tuvo la idea por primera vez durante el caos general que surgió durante la pandemia. Mohiuddin estaba estudiando los problemas ambientales globales con la esperanza de encontrar uno que su espíritu emprendedor tuviera la capacidad de abordar.
Bolsas de desechos de maíz
Mohiuddin se decidió por el uso del plástico, la excesiva dependencia de este material en la sociedad y los peligros de la contaminación plástica en forma de partículas microplásticas. En concreto, quería encontrar una alternativa a uno de los productos de plástico más comunes que se utilizan en la actualidad: las bolsas de plástico para la compra.
La empresa de Mohammed Azhar Mohiuddin, ‘Bio Reform’, fabrica bolsas ecológicas, biodegradables y compostables que se descomponen en 180 días.
Mohiuddin vio que las marcas más importantes sustituían las bolsas de plástico por las de papel o incluso yute. Pero para las medianas y pequeñas empresas que impulsan la mayor parte de la economía india, el pequeño aumento de los costes que suponía el uso de bolsas biodegradables era demasiado prohibitivo.
Empezó a estudiar un polímero biodegradable que se formó e investigó por primera vez en la década de 1980, llamado PBAT (polibutileno adipato-co-tereftalato). En aquel momento, se fabricaba con maíz y patatas.
Tras esquivar estafas y cuarentenas impuestas por el gobierno para identificar una clase de maquinaria adecuada para fabricar las bolsas de PBAT en Gujurat, su presentación sobre PBAT le reportó casi 100 millones de rupias de financiación inicial que le permitió poner en marcha el proyecto.
“Traté de equilibrar mis estudios y las operaciones de la empresa. Desde recolectar materia prima, ayudar a los trabajadores a fabricar bolsas, entregar los productos en el mercado”, dijo Mohiuddin. “Solía dormir en un rincón de la fábrica”.
Contaminación plástica
Después de superar la bancarrota, los estudios universitarios y una larga acumulación de pedidos incumplidos, Bio Reform finalmente comenzó a generar ganancias. Hoy fabrica casi 500 mil bolsas al año con un ingreso bruto de 180 mil dólares.
“Los problemas relacionados con la contaminación plástica ya no se limitan a afectar la vida acuática y los animales. Hoy, el microplástico ha llegado a nuestro torrente sanguíneo. El agua embotellada contiene microplásticos. Abordar esto es un problema importante y urgente”, indicó.
“Me alegro de poder contribuir con mi parte. A veces es agotador no llevar una vida universitaria normal, pero al final, vale la pena. Me siento contento cuando vuelvo a dormir. Pero queda mucho por hacer para que la India esté libre de plástico y seguiré luchando por ello”, añade.
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