México es un país con 128 millones de habitantes, buena cantidad de capital humano para crear oportunidades, empresarios, atletas y campeones, y aunque existe la sensación que nos falta explotar aún más, somos pioneros en uno de los deportes más bellos del mundo, el boxeo.
Pero ¿cómo es que nos convertimos en una de las mayores potencias a nivel mundial en el deporte de contacto más elegante del mundo?, de hecho, es el boxeo el segundo deporte de mayor popularidad en nuestro país y del 100% de personas que practican un deporte, es el 34% los dedicados al boxeo, de acuerdo a encuestas de Mitofsky. Dato a reconocer, es que no solo es popular entre los hombres, si no que las mujeres han ganado terreno de forma importante dejándonos grandes exponentes contemporáneas. Tenemos entonces un grandioso ejemplo de equidad de género en este deporte.
Vaya honor, pero es necesario hacer un recuento a través de la historia para entender y clarificar el panorama hasta la fecha. El boxeo inició de forma regulada en el año 688 a.C cuando los Griegos lo incluyeron como deporte olímpico llamándolo “pygmachia”. Aunque fue hasta el siglo XVIII en que la palabra boxeo comenzó a utilizarse.
Los ingleses, pioneros en el deporte, comenzaron a usar el boxeo para resolver disputas entre particulares, ósea que sí había algún problema y querían desquitarse, optaban por pelear bajo las reglas de este deporte. Aunque había reglas establecidas, de cuánto tiempo se podía pelear y como, fue hasta 1889 cuando se introdujeron los guantes acolchados de forma reglamentaria, y si, desde los griegos había recubrimiento de manos y codos, pero era un recubrimiento mínimo, enfocado más a que los peleadores no se lastimaran golpeando.
El Marqués de Queensberry fue el pionero de la evolución en las normas de boxeo y repasarlas es rendirle tributo, ya que son la base para lo que conocemos en la actualidad. Habían 12 en total, se estableció que el contacto se debía basar en un intercambio justo en un cuadrilátero de 8 metros, los rounds consistían de 3 minutos y un descanso entre otras normas, estas son las más destacadas, pero ¿Cómo siguió esta historia?
Eventualmente, con una aceptación gradual de las normas de Queensberry se fueron desarrollando diferentes organismos que a su vez adoptaron normas y reglas específicas que derivaron en la creación de las dos ramas del boxeo en términos generales que hoy en día son mencionadas, el llamado boxeo profesional y el boxeo amateur.
Pero para dejarlo más claro, el boxeo amateur y el profesional tienen diferencias específicas, como que en el primero los combatientes deben protegerse la cabeza usando una careta que da mayor seguridad, otro detalle es que en esta división se utilizan guantes de 10 onzas a diferencia de las 8 onzas que utilizan en el boxeo profesional. Cabe mencionar que el tipo de boxeo que se practica en los Juegos Olímpicos, es el denominado amateur.
Ahora bien, lo increíble es saber cómo toda esta historia llegó a nuestro país para hacernos claros referentes del pugilismo a nivel mundial, dando como resultado campeones en las diferentes categorías del boxeo profesional y amateur. Fue justo a finales del siglo XIX que este deporte de contacto comenzó a ganar popularidad en países como Argentina, Uruguay, Cuba, Puerto Rico y por supuesto México, entre otros.
Habrá entonces que agradecer al puerto de Tampico, pues justo por ahí fue donde entró la influencia del boxeo y vaya que muy al estilo de los mexicanos, pues siguiendo de alguna forma las normas que se conocían en ese tiempo, los marineros organizaban peleas clandestinas, lo que derivó en un fuerte atractivo para personas adineradas que poco a poco fueron desarrollando clubes privados para llevar a cabo las peleas.
Mientras se desarrollaba en México este bello deporte, hay que voltear a ver al Comité Olímpico Internacional, más o menos sobre la misma línea temporal, pues fue en 1901 cuando este organismo, optó por sumar al boxeo amateur masculino para los juegos celebrados en Estados Unidos de Norte América 1904. En esta justa, se establecieron 7 divisiones que a la fecha y aunque con una expansión a mas categorías, siguen vigentes.
Dentro de la historia y el desarrollo del boxeo Mexicano y su participación excelente, adelantada y sobresaliente hay momentos que debemos recalcar y es que no se debe olvidar que el primer mexicano que nos puso en la órbita mundial del box, fue en el año de 1932 cuando Alberto “baby” Arizmendi, derrotó a Newsboy Brown siendo así el primero campeón mundial mexicano de la historia, y vaya linda historia, pues hasta la fecha, el boxeo ha generado tanto orgullo entre los mexicanos, que se han celebrado peleas en fechas importantes como el 15 de septiembre, lo que claramente ha avivado el fuego y patriotismo de los mexicanos.
El detalle de oro, el de la excelencia en la historia se da cuando con apoyo del gobierno mexicano, encabezado por el ex presidente Adolfo López Mateos, quien de hecho era un deportista que practicaba boxeo de forma recreativa, se hace oficial la creación del Consejo Mundial de Boxeo, una linda insignia durante su gobierno que sin duda lo inmortalizó y si bien no vamos a asumir que tuvo una visión a largo plazo, esta decisión sigue impactando la vida del boxeo mexicano.
A propósito, con esto podemos ver que la estrategia de apoyar un deporte por gustos personales no es algo inventado por Andrés Manuel López Obrador y su baseball. Supongo que en su tiempo, también fue criticada la decisión de apoyar el box por preferencias personales, y mira en dónde estamos ahora, un orgullo nacional.
Justamente en el año de 1963 en la Ciudad de México, fue que se creó el CMB, pero cuando realmente se elevó a los más grandes estándares de lo que este bello deporte tiene para ofrecer, fue en 1975, cuando en Túnez adopta la presidencia, el histórico e inigualable, Don José Sulaimán, que en paz descanse, dejando un legado lleno de visión y desarrollo sustentable en el pugilismo mundial. Esta organización es la más grande hablando de afiliación de países.
A partir de este momento hablamos de un fortalecimiento en el boxeo mexicano y la humanización del arte boxístico. Gracias a Don José Sulaimán, se aumentaron las cuerdas en el ring de 3 a 4 con la finalidad de generar mayor protección en el cuello de los boxeadores, se redujeron los rounds de 15 a 12, basándose en estudios científicos, algo sumamente adelantado a su época en la que relacionar ciencia con deporte, no era algo habitual, comenzó a realizarse la ceremonia de pesaje 24 horas antes de la pelea y no 8 como era la costumbre, mejoró el diseño de los guantes, pegando el pulgar al resto del puño para evitar desgarres de retina y la creación de programas de investigación para las lesiones cerebrales.
Todas estas normas establecieron un antes y un después a nivel mundial y es que si comparamos los cuidados del boxeo contra otros deportes y federaciones de contacto como la NFL, para la década de los 70´s, el boxeo del CMB estaba muy por delante de lo que ahora es implementado para proteger a los jugadores.
Hacer un repaso de los nombres de los grandes campeones mexicanos que nos ha dejado el boxeo nos obliga, en este mes patrio, a mencionar a Raúl “el ratón” Macías, Salvador Sánchez, Rubén “el puas” Olivares, Humberto “la chiquita” González, José “pipino” Cuevas, Julio Cesar Chávez, Erick “el terrible” Morales, Ricardo “finito” López, hasta llegar a Saúl “el canelo” Álvarez, y es que es un orgullo el decir que tenemos tantos campeones, tantos excelentes dirigentes y tantos promotores del boxeo preocupados por engrandecer el arte boxístico, que era imposible no dedicar esta columna en la semana de fiestas patrias mexicanas, al deporte que nos ha hecho sonar a nivel mundial y que nos ha permitido tener un legado inigualable.
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