Una pareja eslava fue detenida con más de medio millón de dólares en efectivo junto a un mexicano originario de Sinaloa (cuna del cártel narco más poderoso), en la ciudad fronteriza de Tijuana, Baja California
Los cambios demográficos marcaron en los últimos meses un alejamiento dramático del pasado, cuando los migrantes eran predominantemente de México y los países del Triángulo Norte de América Central: Guatemala, Honduras y El Salvador.
En los últimos meses se ha visto un incremento de rusos y ucranianos que viajan a México para pedir estatus de refugio en EEUU, aunque también hay individuos que quieren lucrar con esta difícil situación.
El incidente más reciente se vivió la tarde del pasado miércoles cuando fueron detenidos una pareja de origen ruso y una persona de nacionalidad mexicana en la ciudad fronteriza de Tijuana, Baja California luego de que fueran señalados de presuntamente ser traficantes de migrantes.
La detención se llevó a cabo en las inmediaciones del puerto de San Ysidro; los ciudadanos rusos fueron identificados como Andrei Myakotin de 48 años de edad y Ola Myakotina de 41, en tanto que el nombre del mexicano corresponde a Francisco Javier de 28 años de edad, quien es originario de Sinaloa, cuna del cártel homónimo al que perteneció El Chapo Guzmán y que ha expandido sus tentáculos a todo el mundo.
Al momento de su detención a la pareja de ciudadanos rusos y al mexicano les fueron aseguradas armas de fuego y una maleta con 587 mil 500 dólares.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal de Tijuana, Fernando Sánchez González, confirmó a medios que esta detención se dio tras un reporte ciudadano y resaltó que es probable que se trate de un tema de tráfico de personas.
“Sabemos que las personas de origen ruso están buscando muchos mecanismos para ingresar a Estados Unidos y ahí es probable que se esté generando una situación de tráfico de personas de nacionalidad rusa, pero será la Fiscalía quien resuelva ese asunto”, dijo.
De acuerdo con testigos e información preliminar de las propias autoridades, estas personas acudían diariamente afuera del local donde fueron detenidos, para recoger dinero en efectivo relacionado con el tráfico de personas migrantes de origen ruso, mexicano y de otros países de Europa.
Desde hace dos meses, autoridades y medios habían reportado los cruces masivos que se habían estado dando de manera constante por diversos puntos del muro fronterizo, principalmente por las áreas inmediatas al puerto de El Chaparral y la zona de las Playas de Tijuana.
Grupos de cinco, 10 o hasta 15 personas son llevados en automóviles o caminando hacia estos puntos del muro fronterizo, en donde les ayudan a cruzar la primera reja metálica del muro y luego entregarse a la Patrulla Fronteriza con el objetivo de que les brinden asilo en Estados Unidos.
En ocasiones ha sucedido que los migrantes se quedan varados entre un muro y otro a la espera de que lleguen los agentes fronterizos, quienes suelen dejarlos varias horas, incluso días, a la intemperie del frío, la lluvia y la falta de alimentos y agua.
El director de la organización pro migrante Movimiento Juventud 2000, José María García Lara, compartió que esto no es más que un ejemplo del síntoma “que se vive en la ciudad y que se padece gracias a las políticas migratorias cerradas del gobierno estadunidense”.
“Esto (la detención de las personas) es solo la punta de todo el problema, seguro hay muchos más (traficantes de personas) y seguro que están sacando su tajada (ganancia) de todo esto; las autoridades quieren inhibir el tránsito migratorio, pero lo que propician es que potencializan a estos traficantes que solo se aprovechan de una necesidad de los migrantes”, dijo.
Los migrantes que no son de México y el Triángulo Norte representaron el 41 % de las paradas en la frontera entre octubre y julio, frente a solo el 12 % tres años antes, según datos del gobierno.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) detuvo en el año fiscal de 2022 un número inédito de más de 2.76 millones de indocumentados.
De acuerdo a diferentes activistas, en la ciudad mexicana se ha comenzado a documentar el establecimiento de una “mafia” que se dedica al tráfico de personas, especialmente aquellas provenientes de Rusia, la cual ya cuenta con un modus operandi.
El director de Atención al Migrante del Ayuntamiento de Tijuana, Enrique Lucero Vázquez, explicó que las personas dentro de estas mafias cobran hasta 10 mil dólares por ayudar a rusos a cruzar la frontera. Con dicha cantidad, los integrantes de estos grupos se comprometen a traerlos desde su país, hospedarlos en hoteles mexicanos, cruzarlos por vías aéreas o marítimas o llevarlos a la frontera para solicitar asilo. (Con información de agencias)
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