La larga caravana, que llegó a las afueras de la ciudad el sábado, planea permanecer una semana
Los camioneros de la autodenominada Caravana del Pueblo han llegado a Washington para protestar contra los mandatos sanitarios, aunque los Estados han ido levantándolos gradualmente en las últimas semanas. Los cientos de vehículos no han ingresado a la capital estadounidense, pero sí han entorpecido el domingo y este lunes el tránsito en Beltway, una carretera de circunvalación que rodea la ciudad. El Pentágono ha aprobado esta mañana extender hasta el miércoles el despliegue de los miembros de la Guardia Nacional en la ciudad.
Los activistas quieren que la Administración de Joe Biden ponga fin al estado de emergencia declarado en marzo de 2020 por su antecesor, Donald Trump, para frenar el coronavirus. También buscan que el Congreso realice una investigación sobre la respuesta gubernamental a la pandemia a través de comparecencias públicas. Brian Brase, organizador de la Caravana del Pueblo, ha insistido en varias ocasiones que los camioneros que han llegado hasta Washington —algunos conduciendo 4.000 kilómetros, desde California— no son antivacunas, sino “defensores de la libertad”.
“Es hora de que los políticos trabajen con los empleados de cuello azul y de cuello blanco de Estados Unidos para restablecer la libertad levantando todos los mandatos y poniendo fin al estado de emergencia. La covid-19 está bajo control y los estadounidenses necesitan volver a trabajar de manera libre y sin restricciones”, publicaron en un comunicado los líderes de la protesta. Decenas de Estados han anunciado el fin de la mascarilla en interiores y el Tribunal Supremo tumbó la obligatoriedad de la vacuna que pretendía imponer Biden en las grandes empresas.
A diferencia de la caravana de camioneros canadiense, que bloqueó durante una semana el tránsito en la frontera con EE UU, los activistas estadounidenses solo conducen muy despacio para ralentizar el tránsito. Lo hacen todos en una misma fila por lo que tampoco genera grandes atascos. Las autoridades estaban preocupadas de lo que pudiese ocurrir este lunes cuando el tráfico es mayor.
Los camioneros recorrieron el domingo dos veces la circunvalación completa de Beltway. Tardaron cerca de dos horas y lograron reunir una caravana de 100 kilómetros de largo. El plan es que cada día van a sumar una vuelta extra a la circunvalación. La mayoría de los cientos de activistas que se han unido a la protesta con sus camiones, camionetas o furgonetas llevan banderas de apoyo a Trump y carteles contra Biden.
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