diciembre 3, 2024

Estos son los fraudes financieros más comunes en México

Al tratarse de uno de los delitos más comunes en el país, varios organismos buscan advertir a los usuarios sobre los engaños más frecuentes

En México el fraude es uno de los delitos más comunes, con 45.308 actos denunciados entre enero y mayo de 2023, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). El estudio El fraude en México: daños patrimoniales y trabajo legislativo para enfrentarlo, de Juan Pablo Aguirre Quezada, explica que los estados con más denuncias en este periodo fueron Ciudad de México (9.651 casos); Estado de México (6.002); Jalisco (4.077); Chihuahua (2.276); Nuevo León (2.176) y Guanajuato (2.120), por lo que a nivel nacional se han presentado 16 iniciativas en la LXV Legislatura, de las cuales 11 están pendientes de análisis y discusión en su Comisión de Cámara de origen.

La misma investigación, realizada bajo la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD), hace un recuento de los fraudes más frecuentes con la finalidad de prevenir a los usuarios sobre las distintas modalidades delictivas registradas en los últimos años, que van desde montadeudas, pirámides financieras, llamadas de extorsión, falsos premios, engaños, venta de productos apócrifos, suplantación de identidad

‘Montadeudas’

De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), se debe tener cuidado con los préstamos exprés que ofrecen una solución económica prácticamente sin ningún requisito, ya que los intereses suelen incrementarse sin previo aviso y, al salirse de las posibilidades de pago de las personas, comienzan las llamadas de amenaza y extorsiones. En caso de requerir un crédito, los usuarios deben solicitarlo directamente en la sucursal de una institución financiera, y evitar ofertas de este tipo en redes sociales u otros canales informales para prevenir caer en engaños.

Pirámides Financieras

Bajo la promesa de multiplicar la aportación económica de sus inversionistas, los esquemas piramidales sobreviven gracias al reclutamiento de nuevos miembros, quienes a su vez deben invitar a más personas para unirse al grupo, y así sucesivamente. En un inicio, el dinero recolectado se entrega a la persona que esté en la cima y los demás subirán de nivel conforme pase el tiempo, sin embargo, este mecanismo rara vez es sostenible y se disipa antes de que las personas puedan recuperar su dinero. Condusef recomienda a los usuarios invertir sus recursos con instituciones reguladas por las autoridades y que cuenten con el seguro de depósito, ya sea un banco, caja de ahorro o una Sociedad Financiera Popular (Sofipo).

Llamadas de extorsión

Uno de los fraudes más difíciles de detectar son las llamadas de extorsión, puesto que cada grupo criminal tiene su propio método para engañar a las personas para que revelen sus datos personales. Un ejemplo reciente de este tipo de fraude es en el que los delincuentes se hacen pasar por un empleado del banco para informar al cliente sobre un cargo no reconocido, por lo que en la llamada les piden confirmar algunos datos para descartar que su tarjeta haya sido clonada. En muchos casos, incluso se utiliza la grabación original de la institución financiera para darle mayor autenticidad a la estafa. Como medida de seguridad, los bancos no solicitan datos personales a sus clientes mediante llamada telefónica o correo electrónico. En caso de necesitar una aclaración, se debe llamar al número de servicio al cliente, o presentarse directamente en una sucursal bancaria.

Robo de identidad

De acuerdo con Condusef, la identidad de una persona se constituye por datos como nombre, teléfono, domicilio, fotografías, huellas dactilares, números de licencia y de seguridad social, por lo que lanzó una advertencia para no compartirlos con desconocidos, incluso aunque se prometa un premio, beneficios especiales o una oferta laboral fuera de un proceso de reclutamiento formal. En caso de ser víctima de robo de identidad se debe avisar al banco inmediatamente y, en caso de haber perdido las identificaciones oficiales, se debe notificar al Ministerio Público y a las instituciones responsables de otorgar los documentos para evitar su mal uso.