El nuevo aeródromo, uno de los proyectos insignia del sexenio, arrancará operaciones en diciembre de 2023 con vuelos nacionales desde cinco destinos confirmados
En octubre de 2020, después de la primera ola de la pandemia de covid-19 que paralizó al mundo, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la construcción de un aeropuerto en Tulum como parte de los esfuerzos para reactivar la actividad turística en México. Tres años después, el proyecto ejecutado por la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) estará listo para iniciar operaciones a partir de diciembre.
Tulum, una de las joyas del Caribe mexicano, es un poblado de 33.000 habitantes ubicado a 120 kilómetros al sur de Cancún que ha crecido exponencialmente en las últimas décadas a expensas del turismo de sol y playa. Con una intrincada red de cenotes y ríos subterráneos que corren debajo de la selva, playas de arena fina y los restos de una antigua ciudad maya edificada sobre un acantilado, se trata de uno de los principales destinos de la Riviera Maya, el desarrollo turístico que se extiende desde Puerto Morelos (Quintana Roo) hasta la frontera con Belice.
Con una estimación anual de 32.000 operaciones para transportar a 5,5 millones de pasajeros, el complejo, integrado por una base militar y una planta de manejo de residuos, pretende convertirse en la segunda puerta de entrada de los viajeros al sureste mexicano, solo detrás del aeropuerto de Cancún, que en 2022 movilizó a 30,3 millones de pasajeros al año y en el primer semestre de 2023 concentró al 40% del turismo internacional. El nuevo aeropuerto también tendrá una pista principal de 3.700 metros y 13 posiciones para vuelos comerciales, además de un hangar y una planta de tratamiento de aguas residuales.
Ubicación y conectividad
El nuevo aeropuerto, cuya inversión asciende a los 3.200 millones de pesos, se levanta sobre un predio de 1.200 hectáreas ubicado 20 kilómetros al suroeste del centro de Tulum, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto. La principal vía de conectividad del aeródromo será una vía de 10,5 kilómetros que unirá el complejo con la carretera federal 307, misma que servirá de corredor comercial y de servicios. Además, el aeropuerto conectará con los tramos 5 y 6 del Tren Maya, otra de las obras insignias del sexenio.
El aeródromo, ubicado a 76 kilómetros de Playa del Carmen, será el más cercano al pueblo mágico de Valladolid y a la zona arqueológica de Chichén Itzá, en Yucatán. También facilitará el acceso al sur de la Riviera Maya, un área menos explotada que su contraparte norte, donde los grandes desarrollos todo incluido y parques ecoturísticos ceden ante los pueblos costeros y el límite norte de la reserva natural Sian Ka’an, un conjunto único de ecosistemas donde la selva se abre paso entre ríos subterráneos, manglares y el Arrecife Mesoamericano, la segunda barrera de coral más grande del planeta.
Vuelos a Tulum
A inicios de octubre, López Obrador anunció que el aeropuerto de Tulum comenzará operaciones el 1 de diciembre de 2023 en simultáneo con el Tren Maya, bajo el código TQO asignado por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). En agosto, Aeroméxico y Viva Aerobús anunciaron las primeras rutas que conectarán con el Aeropuerto de Tulum: mientras la aerolínea bandera del país ofrecerá la ruta desde Ciudad de México a partir de diciembre de 2023 y adelantó la apertura de otras cuatro rutas por confirmar, Viva Aerobús anunció que conectará con Tulum desde Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Toluca, el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA) y el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México. Mexicana de Aviación, la aerolínea recién adquirida por el Estado, anunció al AIFA y al aeropuerto de Tulum como sedes de sus operaciones, de modo que ofrecerá conexiones nacionales desde la mayoría de aeropuertos del país.
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