diciembre 3, 2024

Funcionario antidrogas de EE.UU. viaja a México para reunirse con autoridades

El encargado de la política antidrogas del Departamento de Estado de Estados Unidos, Todd Robinson, viaja este martes a Ciudad de México para reunirse con las autoridades de ese país y participar en un foro sobre fentanilo.

El subsecretario de la Oficina de Asuntos Internacionales sobre Narcóticos estará en la capital mexicana hasta el viernes para inaugurar la Conferencia de Drogas Sintéticas entre Estados Unidos y México, informó el Departamento de Estado en un comunicado.

“La conferencia se centrará en fortalecer la cooperación bilateral entre Estados Unidos y México para contrarrestar las amenazas a la salud y a la seguridad que suponen las drogas sintéticas ilícitas”, detalla la nota.

Ese foro, coorganizado por la oficina de Robinson y por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), contará también con la presencia del embajador estadounidense en México, Ken Salazar, y contará con un mensaje en vídeo del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.

“Durante su estancia en México, el subsecretario Robinson también sostendrá reuniones con funcionarios del Gobierno mexicano para abordar asuntos de seguridad”, dijo el Departamento de Estado.

La visita y el foro tendrán lugar tras las críticas y el cruce de declaraciones entre el Gobierno de Joe Biden y el de Andrés Manuel López Obrador a raíz del combate al narcotráfico.

La semana pasada, Blinken felicitó a México por haber decomisado cantidades récord de fentanilo, pero también opinó que hay zonas del país controladas por el narcotráfico, algo que negó López Obrador.

“Eso es falso, no es cierto”, respondió el presidente mexicano, quien defendió que “no hay ningún lugar del territorio nacional en donde no haya presencia de la autoridad”.

La tensión entre Estados Unidos y México se ha elevado desde que fueron asesinados dos estadounidenses en el norte del país latinoamericano, tras lo cual la oposición republicana pidió una intervención militar en territorio mexicano para combatir a los cárteles, algo que la Casa Blanca descartó.