Aun “con todas sus limitaciones”, el órgano internacional “ha jugado un excelente papel” en la política internacional, afirma Luis Benavides, de la Facultad de Derecho de la UNAM
“Con todas sus limitaciones, la Corte ha jugado un excelente papel”, señaló Luis Benavides, especialista en Derecho Internacional de los Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario. “Lejos de que veamos una disminución de casos de Estados que acuden ante ella (al no ser coercitivas sus resoluciones), en realidad van en aumento. Hay una confianza de la comunidad internacional respecto de la labor de la Corte”.
“Dadas las circunstancias, el sistema actual funciona. Estas situaciones nos llevan a replantearnos todo el Sistema de Seguridad en el cual descansan las Naciones Unidas, cómo funciona el Consejo de Seguridad ante situaciones de esta naturaleza, donde los cinco estados miembros permanentes del Consejo tienen veto sobre los quince que conforman el Consejo de Seguridad. Esto nos hace replantear la importancia de ese veto y la necesidad de que la Corte Internacional de Justicia cuente con otras herramientas para hacer cumplir sus decisiones”, añadió el docente del Posgrado en Derecho de la Facultad de Derecho de la UNAM.
El caso
El pasado 16 de marzo la Corte Internacional de Justicia, principal órgano judicial de la Organización de las Naciones Unidas, emitió tres medidas provisionales pertinentes al caso Allegations of Genocide under the Convention on the Prevention and Punishment of the Crime of Genocide (Ukraine v. Russian Federation).
La primera –con doce votos a favor y dos en contra– señala que “la Federación Rusa debe suspender inmediatamente las operaciones militares que inició el 24 de febrero de 2022 en el territorio de Ucrania”.
La segunda –también con doce votos a favor y dos en contra– establece que “la Federación Rusa se asegurará que todas las unidades armadas militares o irregulares que puedan ser dirigidas o apoyadas por ella, así como de cualesquiera organizaciones y personas que puedan estar sujetas a su control o dirección, no tomeN medidas para promover las operaciones militares mencionadas en el punto anterior”.
Y la tercera –votación unánime– solicita a “ambas partes abstenerse de cualquier acción que pueda agravar o extender la disputa frente a la Corte o hacerla más difícil de resolver”.
Las tres medidas fueron vistas alrededor del mundo como una reivindicación de la causa ucraniana, sin embargo, para Luis Benavides es importante entender que las medidas son provisionales y “no prejuzga el fondo del conflicto”.
De acuerdo con el especialista, esto no significa que “aun cuando las medidas fueron otorgadas, como fue el caso, la Corte le dé la razón a Ucrania sobre el fondo del asunto. Lo único que hizo la Corte fue determinar, en principio, que en efecto se estarían violando algunos de derechos de Ucrania y, por ello la necesidad de salvaguardar dichos derechos a través de las medidas provisionales”.
Benavides señaló respecto de los votos en contra (uno del jurista ruso Kirill Goratsievich, vicepresidente de la Corte Internacional, y otro de la jueza china Xue Hanqin) que “Rusia envió una carta señalando que no aceptaba la competencia de la corte y, que en su opinión, no había ninguna violación a la Convención sobre Genocidio.
No es la primera vez que un Estado al que se le demanda ante la Corte Internacional de Justicia no participe en los procedimientos. La Corte tiene una práctica que cuando encuentra competencia puede emitir una decisión aún ante la ausencia de una de las partes.
“El hecho de que Rusia no acuda es malo, porque lo ideal sería que pueda esgrimir todos sus argumentos, que hubiera formado parte del proceso al estar presente en la audiencia oral que se llevó a cabo y que eventualmente llevara todo el procedimiento. En mi opinión, eso reforzaría el Estado de Derecho Internacional”, agregó el maestro y doctor en Derecho Internacional por el Instituto de Altos Estudios Internacionales, de Ginebra, Suiza.
Consecuencias de la decisión
“La Corte dijo, grosso modo, ‘Rusia, detente, ya no lleves a cabo esta operación militar por el daño que puedes causar a las personas y demás’, a la luz de la propia Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio. Hizo también un llamado a las dos partes, eso también es interesante, porque mucho se ha dicho que la Corte resolvió prácticamente todo a favor de Ucrania. No es cierto, no todo lo que pidió Ucrania le fue otorgado”, apuntó el docente de la Facultad de Derecho y añadió:
“Lo más importante era hacer un llamado para detener las agresiones, y lo hizo, pero eso era un poco obvio. La Corte hizo un llamado a las dos partes, tanto a Ucrania como a Rusia, a que ya no se escale el conflicto y que éste se continúe por una vía judicial”, explico el académico universitario.
“En teoría, la Corte puede hacer del conocimiento de sus decisiones a la ONU, en particular al Consejo de Seguridad, para que se evalúe la situación. Sin embargo, al ser Rusia uno de los cinco Estados con veto en el Consejo, cualquier decisión respecto del presente caso sería vetada inmediatamente. En términos prácticos, el procedimiento va a continuar”.
“La Corte en sí misma no tiene la capacidad para hacer valer o imponer sus decisiones. Ese es uno de los grandes problemas y es un defecto, por decirlo así, que acarreamos del sistema de seguridad colectiva de Naciones Unidas sobre el cual está sentada la estructura de la propia organización; los Estados al someterse voluntariamente, como en principio no hay un poder encima de ellos, aceptan las decisiones de la Corte y las cumplen de buena fe. Hay que decir que en la mayor parte de los casos las decisiones de la Corte Internacional de Justicia son cumplidas de buena fe por los Estados”.
Siguientes pasos
Luis Benavides indicó que el caso seguirá siendo analizado por la Corte Internacional. “Ya se establecieron fechas para que tanto Rusia como Ucrania presenten sus alegatos. Más tarde habrá otra audiencia, a la que dudo mucho Rusia se vaya a presentar, pero ese sería el cauce y el seguimiento. Dudo que se vayan a cumplir los términos de las medidas de la Corte Internacional de Justicia”.
“La no participación de Rusia en el procedimiento, en mi opinión, lejos de perjudicar a la Corte Internacional de Justicia, demuestra los límites del sistema. La postura de Rusia en los últimos meses ha sido de moverse en la ilegalidad, entonces, es un resultado lógico lo que estamos viviendo”.
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